La pandemia que conmociona al mundo recuerda que el acceso a una atención de salud integral y de calidad, que incluye el acceso a medicamentos y otras tecnologías sanitarias constituyen componentes esenciales para el pleno ejercicio del derecho a la salud y la vida. Dichas tecnologías no pueden estar secuestradas por empresas que buscan maximizar sus utilidades sin importarles el sufrimiento, la muerte y las discapacidades que muchas veces dejan las enfermedades.
El viejo y precario sistema público de salud con el que enfrentamos la pandemia y el nuevo que aspiramos, debe asegurar que nadie, por ninguna razón, sufra o muera por no acceder a las tecnologías sanitarias que prueban ser efectivas.
En estos tiempos de COVID la situación del sistema público de salud en el Perú, se ha visto desnudado y se evidencian los factores que obstaculizan el acceso a la atención de salud de calidad, durante la pandemia y más allá de la pandemia. Frente a ello #SePuedeHacerMás. Es posible
una estrategia más clara que evite más muertes que involucre a decisores y sociedad civil; es urgente transmitir una mejor y transparente información a los ciudadanos y ciudadanas y así caminar hacia una reforma del sistema de salud que sea igual para todos y todas.
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