Mesa Redonda
¿Qué pasó a cinco años del TLC con la Unión Europea?
Lima, 13 de agosto de 2018
En la segunda parte del evento, los representantes del Grupo Consultivo Interno de Perú, Colombia, Ecuador y la Unión Europea explicaron los impactos negativos del Acuerdo Comercial con la Unión Europea en cada uno de sus países. Por Perú participaron Vanesa Cueto de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR) y Javier Mujica de Equidad; por Colombia participó Diógenes Orhuela, Secretario de Organizaciones Internacionales de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia; por Ecuador expuso David Suárez, del Centro de Derechos Económicos y Sociales de Ecuador y por la UE, Chiara Donadoni, de 11.11.11.
Javier Mujica, de Equidad, señaló que si a la Unión Europea le preocupa que sus contrapartes comerciales cumplan con sus obligaciones, de respeto a los estándares internacionales en materia laboral y ambiental, no es solamente porque forma parte del TLC sino porque se podrían plantear demandas en los tribunales europeos contra estas empresas europeas.
En ese sentido, informó que las Naciones Unidas está preparando un primer borrador vinculante sobre las obligaciones de las empresas en materia de derechos humanos, con el fin de atribuir responsabilidades para superar estas violaciones.
"Me sorprende y alarma que representantes de nuestro gobierno hablen, sobre que no existe incumplimiento de derechos laborales y ambientales, pareciera un mundo bizarro en la que la sociedad civil vive en una dimensión y las autoridades gubernamentales se mueven en otro espacio que ignoran estas cosas", enfatizó.
DAG Europa
Chiara Donadoni, de 11.11.11, calificó como positivo que exista un espacio de diálogo con las autoridades dentro de un acuerdo comercial y reconoció la buena disposición hacia el DAG Europeo (o Grupo Consultivo Interno, en español). Explicó que la Comisión Europea reconoce la legitimidad de este DAG, y gracias a ello, sus miembros pueden viajar a foros en los países miembros. Sin embargo, a pesar de que la Comisión Europea reconoce a la sociedad civil como el corazón de este capítulo comercial, se tiene la impresión de que no son escuchados.
"Los foros no tienen la forma de un diálogo sino la sociedad civil presenta sus preocupaciones, las autoridades contestan pero al final no hay ningún tipo de seguimiento de esas preocupaciones, por ello, a veces nos preguntamos a quién servimos, si es solo para la conciencia. Desde el inicio del DAG, hemos tratado de entregar declaraciones conjuntas con la sociedad civil de las otras partes, pero sentimos, cada año, que nuestras preocupaciones no han sido tomadas en cuenta. Con los cinco años del TLC, se tiene la esperanza que la Comisión Europea escuche también la opinión de la sociedad civil como nos han prometido oralmente", aseguró.
En ese sentido, dijo que la Plataforma Europa-Perú, en coordinación con la sociedad civil, presentó una queja contra el Gobierno peruano por el incumplimiento de violaciones a los derechos laborales y ambientales, que forman parte del Capítulo 9 del Acuerdo Comercial. "Nos pareció la mejor manera de ser tomados en serio, con la expectativa de hacer respetar los compromisos inscritos en el acuerdo".
Donadoni añadió que desde el DAG Europa se quiere que los grupos consultivos internos de cada país sean representativos, independientes y reconocidos por sus países. Un segundo punto de trabajo, es el mejoramiento de la organización de las reuniones anuales con la sociedad civil y un mejor diálogo con las autoridades, y un tercer punto es la mejora, en toma y consideración, de las opiniones de la sociedad civil, por ejemplo, denunciar la falta de seguimiento de nuestras declaraciones presentadas en el último foro.
"La queja ha sido el resultado más ejemplar de la articulación entre la sociedad civil europea y peruana, esta articulación resulta del esfuerzo de nosotros mismos y que debemos continuar haciéndolo porque puede motivar a una articulación más grande con la sociedad civil ecuatoriana y colombiana. Nuestro mayor espacio de incidencia como sociedad civil europea es el Parlamento Europeo, tenemos varios contactos con diputados aliados, sobre todo socialistas y verdes, ayudamos con insumos para documentos oficiales, por ejemplo, para el informe de evaluación que está preparando el Parlamento sobre los cinco años del TLC. Un espacio de incidencia muy particular para las organizaciones belgas ha sido el parlamento de Balonia", añadió.
La situación colombiana
Diógenes Orjuela, secretario de Organizaciones Internacionales de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia y presidente del Grupo Consultivo Doméstico de Colombia, afirmó que las cláusulas sobre derechos humanos, derechos laborales y derechos ambientales son unos adornos que se le colocan a los acuerdos comerciales.
"Colombia lleva 17 acuerdos comerciales, y aclaro no nos oponemos al comercio entre países, sería un absurdo, el comercio entre países es milenario. Una cosa es el comercio y los acuerdos que firman los países para comerciar e intercambiar sus productos sobre la base de lo que unos producen y otros necesitan pero también sobre la base de los niveles de desarrollo, que de una u otra manera, hayan alcanzado unos u otros países, ese es el comercio normal. Otra cosa es el libre comercio, que es el instrumento diseñado dentro de la globalización neoliberal para resolver, entre los países que han alcanzado un gran nivel de desarrollo económico o bloques de poder en el mundo, un problema muy concreto que es el exceso de capitales y el exceso de mercancías, y para ello se derriba las protecciones arancelarias y se expone toda la producción nacional a una competencia en general desigual", acotó.
Orjuela añadió que los TLC se han creado para resolver un problema del mercado de capitales y del mercado de mercancías a los países que las producen. Por ello, dijo, esas cláusulas son adornos para pintar de democrático los acuerdos. "Muéstrenme un país que le hayan revertido un tratado de libre comercio por violar las normas ambientales, muéstrenme solo un país al que le hayan revertido un acuerdo de libre comercio por violar los derechos humanos o un país al que le hayan puesto fuertes sanciones por violar las normas laborales", enfatizó.
Las firmas de los acuerdos comerciales han sido muy duros en Colombia, pero ha generado que se llegue a un acuerdo con la Asociación Nacional de Industriales, a pesar de las muchas diferencias que existen. "Nos pusimos de acuerdo y constituimos el Grupo de Consulta Interna, integrado por el empresariado, cerca de 20 ONGs y las tres centrales obreras. Ha sido tan nefasto el efecto de estos TLC que, por lo menos, hay una cosa que hoy nos une y es que se le está pidiendo al Gobierno que no firme más tratados con más países y hemos conseguido que el gobierno plantee la revisión de esos tratados de libre comercio que fueron firmados en otras épocas".
Después de ocho o nueve años de tratados de libre comercio, la balanza comercial de Colombia es negativa en unos 10 mil millones de dólares, incluida la Unión Europea y Estados Unidos. Se sigue exportando lo mismo: petróleo, café, plátanos, flores. Hay un aumento de las exportaciones no tradicionales de paltas, piñas, por 2 o 3 mil millones de dólares que, sumados en el contexto general si bien han aumentado no son el impacto favorable de un crecimiento de las exportaciones. Las exportaciones industriales han bajado notablemente, se sigue importando productos industriales, manufactura y tecnología. En materia de derechos humanos, laborales y ambientales no ha habido mejora.
Ecuador y su ingreso por primera vez a los TLC
Para David Suárez del Centro de Derechos Económicos y Sociales de Ecuador, su país tuvo y tiene una gran expectativa por los efectos de este primer Tratado de Libre Comercio que firma. "Con la firma del TLC con la Unión Europa, Ecuador ingresa a este mundo de acuerdos comerciales, al mundo de las cláusulas de protección de inversiones, y nos demoramos 4 años para hacerlo".
La sociedad civil ecuatoriana está muy atenta en el monitoreo de lo que significa el Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea. Cuando se firmó, el Gobierno aseguró que no era un acuerdo de libre comercio sino una alianza para el desarrollo, ya que la Unión Europea es nuestro principal socio comercial de las exportaciones no petroleras. Sin embargo, dijo Suárez, nuestras exportaciones, con el TLC de por medio, no necesariamente han tenido un incremento significativo en relación a nuestras exportaciones totales.
De hecho, el Ecuador, en el 2007, las exportaciones totales crecieron al 24% y sólo a la Unión Europea apenas crecieron el 12% con el tratado, entonces, esta especie de avalancha de productos, de nuevos mercados, nuevos consumidores, un mercado gigantesco, no es del todo cierta. Cuando se revisa el balance meramente comercial, sin tomar en cuenta temas de derechos humanos, conflictos que se puedan avizorar sobre temas de propiedad intelectual, el resultado es preocupante. El aumento fue del 37% de las importaciones de la Unión Europea versus el 12% de exportaciones.
"Somos una economía dolarizada, no tenemos moneda propia, por tanto, somos una economía mucho más vulnerable a los shocks externos de lo que Perú y Colombia pueden ser. Cuando hay un shock externo la primera herramienta para trabajar el ajuste a ese shock es la devaluación de la moneda. En Ecuador no tenemos política monetaria y eso hace que constantemente tengamos que estar haciendo unos esfuerzos enormes para lograr generar el ingreso de divisas al país, que permita sostener la dolarización, que nos permita tener una balanza de pagos favorable, con una balanza comercial favorable y con unas reservas internacionales que puedan sostener la operación de la dolarización. El empezar a incurrir en balanzas comerciales negativas en el largo plazo, puede ser una catástrofe para el Ecuador", advirtió.
Preocupa hablar del acuerdo comercial con la Unión Europea, sobre todo si se habla de que el capítulo sobre Desarrollo Sostenible se refiere a que el comercio debe enmarcarse en el desarrollo sostenible y garantizar que los países puedan acceder en mutuo beneficio de este desarrollo. "Lo primero que nos preocupa es la variable macroeconómica, es decir, el tema de que, por ejemplo, Colombia empezó con una balanza comercial positiva y ahora a cinco años del TLC tiene una balanza comercial negativa. En Ecuador, la primera preocupación cuando hablamos de este tema, es el equilibrio macroeconómico que puede afectarse con el tratado y ya se amplió, con la firma del EFTA y el anuncio, para octubre, de la instalación de una mesa de negociación con Estados Unidos, para un TLC", advirtió.
Suárez añadió que el escenario en el que se agrega el TLC con la Unión Europea podría ser el escenario perfecto para una catástrofe perfecta para Ecuador, sin embargo, dijo, a un año se tendrán más elementos para confirmarlo o rectificar. Las exportaciones ecuatorianas crecieron en cantidad de dólares pero no en volumen, ya que se mantienen más o menos constantes, es decir, no ha habido un incremento fundamental. En el 2013 hubo un comportamiento de las exportaciones bastante similar en términos de volumen, pese a que ese año se puso salvaguardas a los productos importados. "Fue un año sin TLC bastante bueno para nuestras exportaciones con la Unión Europea. Manejamos la hipótesis de que el acuerdo con la Unión Europea no es que ha abierto nuevos mercados, sino que simplemente ha mantenido los mercados que ya se tenían para nuestras exportaciones y esto se confirma al mirar cuáles son los principales productos exportados a la Unión Europea y en cuáles hemos crecido", enfatizó.
Más del 56% de los principales productos de exportación siguen siendo productos tradicionales, el plátano es el producto estrella, con el 31% de las exportaciones, el camarón el 23%, ya solo entre esos dos productos se está por encima del 50% de las exportaciones a la Unión Europea y son mercados que ya estaban abiertos en la UE. Hay un crecimiento visible de los enlatados de pescado, por ejemplo, y crecimientos muchísimo menores de cacao, flores y, entre los demás productos, no suman el 15%.
Ver presentación de David Suárez
La posición de Perú
Vanessa Cueto de DAR y del Grupo Consultivo Interno del Perú, afirmó que la presentación del gobierno peruano con respecto a cómo ven ellos el tema del cumplimiento del TLC con la Unión Europea, es muy significativo porque se ve todas las ausencias que yacen en esta evaluación a los cinco años. No se ve el tema del Título 9, no hay una evaluación por parte del gobierno con respecto a cuál ha sido el cumplimiento, cuáles han sido los mecanismos para cumplir con este título y tampoco en el tema de un monitoreo al mecanismo de participación ciudadana que se enmarca en el Tratado de Libre Comercio.
"Han pasado cinco años, cinco años en los cuales la sociedad civil peruana desde el inicio, desde el año 2013, hemos estado enviando una serie de análisis, recomendaciones, sobre lo que creemos que son una serie de incumplimientos a los temas ambientales y laborales, solo para dar un ejemplo, justo en el año 2013 que es el año que se inició el tratado, se inician todos los temas de los paquetazos ambientales, se dieron una serie de normas que debilitaban el tema ambiental, y justamente el seguimiento que hemos hecho, es en el marco de la cláusula que se señala que no se puede promover el comercio debilitando la normativa ambiental y laboral", enfatizó.