México

El artículo aborda el debate inconcluso entre los beneficios de la apertura comercial y las repercusiones en el cuidado o deterioro del medio ambiente. El TLCAN se perfiló como un elemento de crecimiento económico para Estados Unidos, México y Canadá. Si bien a 10 años de su puesta en marcha se exhiben avances en el ámbito macroeconómico, los efectos en regiones, sectores y en el ambiente han sido poco halagüeños.

El año pasado se celebró el décimo aniversario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la mayoría de los balances--inclusive el del Banco Mundial, gran promotor de la integración económica y las reformas estructurales que la facilitan—han tenido que reconocer los resultados negativos del acuerdo para México. La gran distancia entre las promesas y la realidad una década después es notable. Dentro de todas las promesas quizá lo más importante para México fue la teoría de la supuesta convergencia entre los tres países, pero principalmente entre EEUU y México.

La economía de México cambió de una manera espectacular desde los años 1980. El proceso de libre comercio, finalmente condujo a la ratificación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994. A partir de ese momento, la política económica de México ha sufrido un gran cambio en lo que a contenido y perspectiva se refiere.

Los autores analizan el impacto del Acuerdo de Asociación entre México y la Unión Europea tras siete años de vigencia. El análisis constituye una importante balance sobre las promesas y expectativas en el momento de las negociaciones, y los resultados luego de su entrada en vigencia.

El presente documento hace un análisis de los capítulos ambientales de los Tratados de Libre Comercio (TLC) de Estados Unidos firmados con México, Chile y Centro América. De este trabajo se derivan aspectos bastante interesantes, en especial las evidentes asimetrías en las que se incurrió al atar el cumplimiento del TLC a la pertenencia a acuerdos sobre medio ambiente de carácter multilateral, las cuales indirectamente abren el camino para generar una especie de dumping ambiental a favor de los Estados Unidos y de consecuencias indeterminadas para Colombia.

La firma de acuerdos comerciales se ha constituido en un aspecto central de la política comercial y a la vez en un ingrediente fundamental de la estrategia de desarrollo de los países de la región. A partir del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) el tema ambiental ha sido incluido en este tipo de acuerdos comerciales con consecuencias importantes para el comercio y el medio ambiente.

El tratado de libre comercio de América del Norte (TLCAN) ha cumplido las etapas de liberación comercial, dando paso a una supuesta zona de libre comercio entre Canadá, Estados Unidos y México. Sin embargo, en estos quince años y medio, la economía mexicana se ha estancado y decrecido (menos 6% del PIB), el ingreso de distribuye más inequitativamente y la pobreza se ha duplicado.  El incumplimiento de lo pactado en el TLCAN obliga a reflexionar al respecto.

En este texto, los autores pretenden evaluar los principales resultados macroeconómicos del Tratado de Libre Comercio Unión Europea-México (TLCUEM). El criterio principal en esta evaluación es ver en qué medida se lograron los objetivos que se plantearon sus promotores. Para evaluar la dimensión estrictamente comercial del TLCUEM es importante recordar que el libre comercio es mucho más que apertura de fronteras. La negociación se basa en una teoría económica que plantea que hay que dejar lo más posible la dinámica de toda la economía a las solas fuerzas del mercado.

La presente publicación tiene por objeto aportar antecedentes sobre el Acuerdo Transpacífico (TPP) y sus implicancias para los derechos humanos, con particular énfasis en los derechos de pueblos indígenas en los países suscriptores, y en especial en los casos de Chile, México y Perú en América Latina.