Presentación

Mesa de Debate
Extractivismos y Derechos de las Personas y de la Naturaleza
Lima, 28 de abril de 2017
 
 
Con el fin de difundir y compartir visiones sobre derechos humanos y derechos de la naturaleza frente a la problemática de los extractivismos en el Perú y en el continente, así como explorar nuevos instrumentos de evaluaciones de impactos sobre los derechos de personas y de la Naturaleza como parte de las evaluaciones de proyectos extractivistas, la Red Peruana por una Globalización con Equidad (RedGE), el Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES) de Uruguay, el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y CooperAcción realizaron la Mesa Redonda Extractivismos  y Derechos de las Personas y la Naturaleza, el pasado 28 de abril de 2017 en la casa del IEP.
 
El evento reunió como panelistas a Eduardo Gudynas de CLAES de Uruguay; Rickard Lalander de la University Stockholm en Suecia; la dirigente Toribia Lero de la Alianza Mujeres Indígenas Originarias de Bolivia; José De Echave de CooperAcción; Marisa Remy del IEP; Malayna Raftopoulos de la Aalborg University de Dinamarca y Markus Kroger de la University Helsinki de  Finlandia 
 
Durante su exposición, Gudynas señaló que en todos los países de América del Sur, desde Chile hasta Surinam, existen casos de proyectos extractivos vinculados a violaciones a derechos humanos. En todos los regímenes políticos, desde un estilo progresista hasta conservadores, estos casos de violaciones de derechos se dan desde encarcelamientos hasta muertes de líderes que protestan por las actividades extractivas en sus zonas y que dañan el medio ambiente. “Este tipo de violaciones también están articulados con formas de corrupción desde sobornos a la policía hasta los jueces para tener ciertas ventajas en sus proyectos”. La violación a derechos humanos no es una consecuencia ocasional sino una condición previa para que se inicie el proyecto extractivo como la minería a cielo abierto.
 
Los derechos de la naturaleza son reclamados por grupos indígenas y comunidades campesinas que le reconocen un valor propio a la naturaleza. Es una consecuencia a una pluralidad cultural en la que la naturaleza tiene un valor propio, con sujeto de derechos.
 
Para Marisa Remy del IEP, en el Perú se asocia extractivismo con actividades mineras y petrolíferas, sin embargo, considera que más allá de este tipo de actividades, se tiene muchas  otras maneras con las cuales la sociedad destruye sistemáticamente la naturaleza, por ejemplo, cuando se convierte el desierto de Piura en área de desarrollo agrícola, se desaparece un ecosistema y la propia economía de la gente del lugar. Lo mismo pasa cuando se desaparece parte de la selva para la palma aceitera.
 
Dijo que una segunda fuente de destrucción de la naturaleza es el desproporcionado crecimiento de la humanidad, lo que destruye bosques por el excesivo consumo. La humanidad es parte de la naturaleza y la agresión a la naturaleza también agrede a la humanidad. 
 
José De Echave de CooperAcción reveló que si bien la inversión minera en el Perú ha caído, se están rompiendo records históricos de producción. El sector minero ha crecido en el 2015 en un 15% y en el 2016, en un 20%. Sin embargo, la tributación minera llegó a la mitad en el 2007 de todo lo que el país capta de tributación, y lo que está pasando, que es de película, que el Estado le está devolviendo más dinero a las mineras de lo que ellas le dan al Estado por tributación.
 
“Estamos frente a un sector que tiene mirada de corto, mediano y largo plazo, por lo tanto, la presión por seguir regulando tiene objetivos puntuales que apunta a la derrota de los sectores que han estado levantando la agenda de derechos en los últimos años”.
 
 
 
 
De Echave dijo, en ese sentido, que la discusión de las transiciones es fundamental, colocar con fuerza algunos temas como la corrupción y extractivas ligadas a conflictos mineros.
 
Toribia Lero de la Alianza Mujeres Indígenas Originarias de Bolivia, indicó que la filosofía del vivir bien es el equilibro y el razonamiento, es decir, utilizar los recursos de forma limitada y vivir en armonía con la madre tierra. Sin embargo, en la actualidad se limita a las comunidades campesinas a utilizar sus tierras, para darle uso a las empresas mineras que contaminan y nunca son sancionadas. El extractivismo es tan flexible que sigue degradando la madre tierra y las autoridades no hacen nada.
 
Explicó que en Bolivia el extractivismo se ha ido profundizando, los líderes son corrompidos para trabajar al servicio del extractivismo y lamentablemente el Gobierno de Evo Morales, en vez de apoyarnos a sus comunidades, a intervenido a las organizaciones de la sociedad civil que luchan por los derechos de la naturaleza.